El término “chamarito” es sinónimo de pequeño y bonito, algo que corresponde con el reducido tamaño y buena armonía de estos animales.

Esta raza que se incluye en el Tronco Entrefino, presenta animales de gran rusticidad y elevada capacidad de adaptación al medio tan extraordinariamente difícil en el que vive, tanto por sus características orográficas y climáticas como por la escasez y baja calidad de los pastos. A esta capacidad de adaptación hay que añadir un temperamento muy vivaz, con un comportamiento de búsqueda de alimento y ramoneo a veces más parecido al de la cabra. Las hembras además exhiben un acentuado instinto maternal.

El objetivo principal y casi único de la explotación de esta oveja, en la actualidad, es la producción de carne, quedando lejos la época en que su lana representaba un importante valor en la economía de su cría.

Se cría en régimen de pastoreo, generalmente en pastos Comunales, pertenecientes a los municipios donde se encuentra ubicada la explotación. La práctica de la trashumancia, o el sistema de trasterminancia a los valles del Ebro, tan frecuente en otros tiempos, prácticamente ha desaparecido en la actualidad. Los rebaños salen a pastar todos los días, salvo causas de fuerza mayor. El tamaño medio de la explotación es próximo a las 400 cabezas.

Los rebaños muestran un aspecto variopinto: ovejas blancas, negras y galanas (con áreas de piel pigmentada) ya que a semejanza de otras razas del Sistema Ibérico Aragonés y Castellano, los ganaderos primaron la selección de animales más rústicos sobre el valor mercantil de la lana blanca. Con todo, un análisis realizado en el Instituto Textil de Terrassa en 2009 ha mostrado un vellón que aunque clásicamente se ha clasificado como de tipo entrefino es en realidad de calidad excelente, más cerrado, amplio y de fibras más finas y largas que el de otras razas, lo que permite una mejor protección frente a las adversidades climáticas. Las hembras llegan a ofrecer 2 kilos de lana en vellón. Con estas características, esta raza queda incluida en el tipo IV de la clasificación de lanas española.

La oveja Chamarita es una raza autóctona de La Rioja, inscrita en el Catálogo Oficial de Razas ovinas españolas, que se encuentra en peligro de extinción y que está siendo objeto de estudio, trabajo y atención, tanto por la Asociación Riojana de Ganado Ovino Selecto de Raza Chamarita (Arocha) como por la Consejería de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente.

Características generales

Agrupa animales de perfil subconvexo, de tamaño mediano, tirando a la elipometría, debido más a causas ambientales que a factores genéticos, derivados del duro medio en que viven y del sistema de manejo aplicado, principalmente en lo referente a la alimentación. Presenta las variedades blanca y negra, en función del color de la lana y de la piel.

Los animales de la variedad negra suelen presentar una mancha blanca en la nuca (coronada), y otra en el extremo distal de la cola (puntiblancos). A veces, la mancha de la nuca se extiende a lo largo de la cabeza, por la frente y nasales (caretos). Dispone de lana entrefina. El peso de los animales adultos, aunque variable según las condiciones de manejo, se sitúa entre 55 y 65 kg en los carneros, y entre 35 y 40 kg en las ovejas.

Distribución geográfica

La raza se localiza predominantemente en áreas de Sierra pertenecientes a los Valles del Alhama,Cidacos, Leza y Jubera, caracterizados por un clima típico de montaña ibérica mediterránea. Lugares en los que tradicionalmente se ha criado como ganado transterminante.

Fuentes

Artículo: “Oveja Chamarita, patrimonio riojano de la biosfera” Texto y fotografías: Lorenzo Álvarez del Castillo y José Dionisio Barca Moreno.

Sistema Nacional de Información de Razas MAGRAMA

FEAGAS

Imágenes: Fotovet

Publicaciones Similares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *