Dentro de nuestra labor de divulgación como productoras de lana, hoy dedicamos el post a cómo se transporta la lana a los lavaderos.

Hemos recibido muy buen feedback de este tipo de contenido en Instagram, cada semana puedes descubrir una parte del trabajo que tiene que ver con la lana que tejes, pero que normalmente no se ve.

Hoy hablamos de qué hay que hacer y cómo, para que la lana esquilada llegue a los lavaderos sana y salva, y además de manera legal y segura.

Vamos allá.

¿Cómo se transporta la lana hasta los lavaderos?

Paso 1: cuando se esquila la oveja, se selecciona la lana y se enrolla cada vellón, se almacena de 1 en 1 de la forma más ordenada posible.

Paso 2: al ser de gran volumen, se meten en sacas y se cierran.

Paso 3: buscamos una empresa que nos pueda transportar las sacas sin colocar en palet, que es el método más habitual.

Paso 4: Se pesa, toman medidas al detalle y llega lo más difícil: transportar la lana de manera segura y legal.

Paso 5: la lana no es solo una mercancía voluminosa y pesada, debemos contar con camiones que tengan el certificado SANDACH, para movilización y manejo de subproductos animales de no consumo humano, como la lana.

Este certificado se emite a través de organismos oficiales, tiene revisión anual, no es excesivamente costoso, pero sí requiere de burocracia. En caso de no tenerlo y transportar lana se puede considerar transporte de mercancía peligrosa.

Paso 6: una vez conseguido, hay que cuadrar todos los medios para que la carga sea posible, y no es fácil, pero hemos ido aprendiendo y mejorando en todos estos años.

¿Cómo lo ves?

Hay que tener en cuenta que, a lo largo de todo este proceso del trabajo de la lana, hay mermas, por lo que cada madeja lleva imputados, exclusivamente, 0.50 céntimos aprox de lo que supone este paso que os contamos hoy.

Y por último una anécdota: a veces, para aprovechar un buen trailer se hace un “grupaje”, que significa agrupar mercancías de distinta índole y que hacen el mismo recorrido que nuestra carga.

En una ocasión, en vez de descargar nuestras sacas de lana en el lavadero, les dejaron muchas cajas cargadas de copas de vino. ¡¡Menudo momentazo!! ¿¿Dónde está nuestra lana?? Todo salió bien, y se recuperó, pero si algún día se te ha perdido un pedido, imagina si se te pierden 600 kilos de lana.

¿Cómo lo vivirías tú si se te perdieran 600 kilos de lana?

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