Hoy queremos hablarte del proyecto editorial que nos ha cautivado en dLana gracias a todo lo que hemos vivido en la campaña de crowdfunding de Vivir la lana: la revista Salvaje.
Ha nacido un vínculo que no podemos dejar de compartir con vosotras, tejedoras, que sabemos que disfrutáis tanto de una buena lectura, como de las agujas.
La revista Salvaje es la revista que quiere sacarte al campo, y nosotras hoy le añadimos las agujas y las lanas.
Este vínculo, en el que van a ir apareciendo diferentes horizontes a lo largo de los próximos meses, tiene su primera aparición en forma de recompensa dentro de Vivir la lana.
Dentro de todas las recompensas que os hemos propuesto, desde hace unos días tienes la posibilidad de sumarte al proyecto como mecenas con la opción de tener una suscripción anual a Salvaje + un ejemplar de Vivir la Lana y el ebook.
Para nosotras es una mezcla explosiva, o una semilla de la que van a brotar colaboraciones muy bonitas.
También queremos destacar el apoyo que nos han brindado desde la propia revista, ya que han participado en la campaña, haciéndonos un hueco en su último número, y en los siguientes…¿Qué más podrá pasar? ¡Os lo contaremos cuando sea una realidad!
Mientras nuestra propuesta es que disfrutes de las historias que nos regala Salvaje, una revista cuidada al más mínimo detalle, en la que descubrimos y se visibilizan muchas historias con los protagonistas de las mismas desde una óptica diferente, tratando de reconectar el vínculo con lo rural, mostrando historias reales de personas reales.
Hemos querido, o el destino nos ha regalado la posibilidad de contarte todo esto acompañado de una prenda que nos encantó desde el momento en el que la vimos: el patrón Twinkle de una diseñadora que nos enloquece: Midori.
La prenda que acompaña a la revista se tejió antes de saber que dLana y Salvaje iniciarían un camino de colaboración juntos, y sí, las casualidades existen, y las manos de @estropajara, siempre creando delicias tejidas en sus agujas, eligió el color negro y el fucsia de las canillas rústicas para tejerlo.
¡Y que afortunadas nos hemos sentido de que nos la haya cedido para contaros sobre Salvaje! Si queremos hacerlo queriendo no nos sale así de bien, ya que el vínculo se potencia a través de la casualidad del color. ¿Lo ves igual que nosotras?
En este post llevas una ración doble de inspiración: un patrón para tejer y disfrutar, que ves que con las canillas rústicas queda ideal, y un proyecto editorial de los que entran ganas de formar parte.
Si tú también quieres vivir la lana salvajemente, conviértete en mecenas de Vivir la lana, y que nunca te falte la lectura que te conecte como tejedora al campo, a lo rural, y al fin y al cabo, a las ovejas de dónde nace la lana que tejes.